Capítulo 1: Las lágrimas del pasado

Habían pasado muchos meses desde que había olvidado la cara de mi madre… ahora vivía con el señor DM y su hija MD. Yo estaba agradecido con ellos, ya que me cuidaban y me daban un techo donde cobijarme. El señor DM era un hombre honorable y respetable y su hija MD era una joven bella y misteriosa. Vivíamos en una gran mansión, ya que ellos descendían de una dinastía muy rica y pronto me hicieron uno más de la familia. Hace dos semanas que me comprometieron con MD. Yo estaba ilusionado ya que estaba enamorado de ella. Pasaron meses, MD ella era comprensiva, me entendía, me apoyaba y cada vez que leía sus pensamientos eran agradables y dulces así que un día decidí contarle que era un shaman y que leía sus pensamientos. Preparé un regalo y llegué a casa. Ella estaba con unos amigos.

Así que me senté a escucharla hasta que uno de ellos me quitó el regalo de las manos y dijo:

-Jajaja, ¿qué idiotez es esta?

-¡Devuélvemelo!

Los amigos de ella empezaron a pasarse el regalo y se reían de mí. Yo les decía:

- ¡Devuélvemelo, es un regalo para MD!

De repente, el regalo cayó al suelo y se rompió. Yo fui a recogerlo y a pedirle perdón a MD, pero ella me contestó con algo que nunca pensé que saldría de su boca.

-Déjalo da igual además me alegro de que se rompiera, no quiero nada que proceda de alguien como tú.

En ese momento el alma se me rompió, salí corriendo y no paré hasta que mis pies no pudieron más.

Me senté al lado de un río y me estuve horas pensando que no podía ser posible que MD fuera de la clase de humanos que yo detestaba tanto y llegué a la conclusión de que debería hablar con ella.

Cuando llegué a casa, antes de entrar en la habitación de MD, la escuche hablar con alguien así que miré y la vi a ella con una amiga.

-¿Entonces que le vas a decir a Hao?

-No lo sé, pero creo que ya no quiero estar con él.

-¿Por qué?

-Es que si es verdad lo que dicen de él no quiero que me relacionen con un monstruo.

-¿Por qué dices eso?

-Porque resulta que Hao es un demonio, puede hablar con ellos y los deja que se posesionen de su cuerpo, así que entonces siento miedo respecto a él.

En ese momento sentí que el corazón se me rompía en pedazos; que todas las ilusiones, todas las esperanzas que tenía se rompían en pedazos y que todo el amor que sentía hacia ella y todo lo que pensaba de ella se estaba transformando en odio puro. Así que esperé a que estuviera sola para hablar con ella.

-Hola ¿qué tal?

-Bien ¿Y tú?

-Mal

-¿Por qué? ¿Te ha pasado algo malo?

-Más bien ha sido algo que he escuchado.

- ¿Ah sí? ¿Sobre qué?

-Sobre que soy un monstruo y que no quieres que nadie te vea conmigo.

-¡Me has espiado!

-No, solo iba a hablar contigo y lo escuché todo.

-Bueno y ¿qué quieres?

-Me gustaría que me dijeras el porqué de lo que piensas sobre mí.

-Solo es la verdad Hao, eres así y puedo salir perjudicada mucho si me ven con alguien como tú.
-Pero en verdad yo te quiero eres alguien muy importante para mi..
-Y ¿Por qué as dicho todas esas cosas horribles sobre mi?
-Porque soy cruel lo se , se que no debí decir todo lo que dije pero lo dije por mantener la imagen que siempre a tenido mi familia.
-Porque no puedo dejar que nadie piense que nuestra familia es rara y menos que es demoniaca.
-Asi que eso es lo que piensas de mi, que soy un demonio.
-No dijo eso, pero los rumores hacen daño y perjudican a la gente.
-Entoces prefieres a la gente antes que a mi.
-No te quiero a ti tu eres como un hermano para mi.
-Pero mi padre a trabajado mucho por todo esto y puede que se lo quiten todo.

-Me voy…

-¿Cómo que te vas?

-Me voy. Ya no quieres que esté contigo.

-No, yo no dijo eso.Y no puedes dejame.

-¿Por qué no puedo?

-Porque yo sé dónde está tu madre. Y te puedo ayudar a buscarla asi te compenso por haberte echo daño.

Entonces me controló mi odio y lo que hice fue empujarla con la mala suerte de que se cayera, se golpeó la cabeza y se hizo una brecha. Fui desesperado hacia ella a ver como estaba y me dijo:

-Ten cuidado con lo que haces, sabes que soy un shaman como tú y que soy mucho más poderosa así que si no quieres que pase nada,como se que esto es todo tu odio que tenias acumulado lo comprendo que lo quieras pagar con alguien pero a la proxima contrólate.

-Está bien. Lo siento.

Después de curarle la herida, me fui de su habitación y cerró la puerta con llave. Pensé que estaría mejor sola, así que yo me fui a mi habitación. Por la noche, intenté dormir pero no me podía quitar de la cabeza la conversación que habíamos tenido MD y yo. Decidí que lo mejor sería irme de allí para no traerle más problemas a MD y a su padre. Pero tenía miedo de ir a decírselo.

-Seguro que MD está terriblemente enfadado conmigo. Y me dormí.

Al día siguiente, fui a desayunar al salón. MD no me dirigió palabra en todo ese tiempo. Veía la gran brecha que tenía en su cabeza debido al empujón que le di. Me sentía terriblemente mal. Decidí empezar a conversar con ella.

-¿Te encuentras bien, MD?

-¿Eh? Ah sí, no te preocupes, ya tendré más cuidado que ninguno me vuelva a romper la cabeza.

(Vale. Se sentía HORRIBLEMENTE mal.)

-¿Sabes? He decidido mudarme a la ciudad para no darte más problemas.

-¿Y eso?

-Es que me da mucha cosa estar aquí viviendo sin pagar ni hacer nada por eso he decidido encontrar un empleo en la ciudad. Pero no te preocupes, no tiene nada que ver con la discusión de ayer.

-¿Y cuando te vas?

-Hoy por la tarde.

-Muy bien.

MD se levantó de la mesa. Recogió su plato y lo llevó a la cocina. Después se fue a la habitación. Rápidamente volvió al salón y me dijo:

-No te olvides de recoger tu plato y llevarlo a la cocina, ¿de acuerdo?

-Ah vale.

-Y otra cosa…

-¿Qué?

-Buena suerte.

-Gracias

Tenía el presentimiento de que ella estaba triste por mi salida. Me sentía muy desilusionado. Cuando ya tenía lista mis maletas, fui a despedirme de MD.

La vi en el jardín sentada al lado de la fuente. Me acerqué a ella y me fijé que estaba llorando.

-¿Qué te ocurre?

-¿Para qué quieres saberlo? ¿Tú no te ibas?

-¿Cómo lo sabes?

-Tu cara lo dice todo.

-No, ahora que estás llorando no puedo dejarte así.

-¿Por qué te portas tan bien conmigo después de lo que te he dicho?

-Porque me importas.

-Bueno lo único que quiero decirte es que no confíes tanto en las personas ya que todas tienen dos caras, una buena y una mala. Y que no dejes que nadie te haga daño como yo lo hice por ser una tonta..

-Está bien. Pero que quede claro tu no eres idiota...

-Me tengo que ir.
-Vale...

-Oye, no quiero que te sientas triste por mí. Cuando consiga algún trabajo, vendré a visitarte.

-Está bien. Muchas gracias.

-¿Por qué me das las gracias?

-Porque me has hecho muy feliz. Desde que viniste aquí nunca me he sentido sola.

-Te equivocas, soy yo quien te tengo que dar las gracias. Aunque viniese aquí sin avisar a tu padre, tú y él siempre me habéis tratado muy bien (snif).

-Jeje, ¿estás llorando?

-No, será que estoy sudando por los ojos.

Rápidamente, me dirigí a la puerta y me fui corriendo, con la cara llena de lágrimas. Me paré y dirigí una última mirada a lo que había sido, hasta ahora, mi hogar.

Con el dinero que tenía ahorrado, conseguí alojarme en un hotel y apuntarme al instituto. Después de comer, me dispuse a preparar mi mochila para mañana.

-Será mejor que me acueste temprano. Mañana es mi primer día.

Bueno, hoy es mi primer día en el instituto. Mi profesor me presenta a los demás y me siento bien. Pero después noté que la gente me miraba raro. Fui a sentarme a mi sitio. Como podía leer los pensamientos de los demás, oía sus voces:

-¿Ese no vivía en la mansión del otro pueblo?...

-Sí, esos que practicaban actos demoníacos...

-Lo mejor será que no tengamos nada que ver con él…

Me sentía profundamente triste porque no le caía bien a nadie. Me pasaban las clases y los recreos solo mirando al cielo. Y así pasaron dos meses.

Me despierto en las próximas semanas cercanas a las vacaciones de Navidad. No tenía ganas de ir. Pero hoy era diferente. Tenía el presentimiento de que lo que ocurriese hoy iba a cambiar para siempre mi vida. Así que me levanté.