Capítulo 6: Una misión más

Cuando me desperté, la cueva ya había desaparecido. Solo pude ver el bosque calcinado después de la caída del cometa. Me sentía terriblemente decepcionada. Aun lograba distinguir la mirada asesina de Hao pidiéndome que me marchara. Me entraba escalofríos cada vez que lo veía en mi mente. Me fui al parque donde salíamos cada tarde en Navidad. No había nadie. Solo estaba yo. Me senté en el banco donde habíamos estado los dos juntos, como si nadie más existiese en este mundo. Pero ahora estaba vacía. Miré al parque. Me veía con Hao, donde dábamos de comer a las palomas, nos columpiábamos en el columpio, donde veíamos las estrellas por la noche… Y ahora lo he perdido todo. De repente, vi venir a una chica de mi edad. Tenía el pelo azul como un cielo despegado. No sé por qué pero notaba una sensación extraña en su cuerpo. Como si algo extraño le hubiese sucedido. Entonces vi que se sentaba a mi lado. Como estaba bastante aburrida, decidí empezar una conversación con ella:
-Hola.
Parece que la pillé desprevenida. Miró a los dos lados del parque. Entonces se dio cuenta que la estaba hablando a ella.
-Oh, hola.
-¿Cómo te llamas?
-¿Yo? Me llamo Yuuki.
-Yo Sharon Phantom. Encantada de conocerte, Yuuki.
-Yo también me alegro de conocerte, Sharon. ¿No te importa que te llame solo Sharon?
-Claro que no.
De repente, volví a sentir esa sensación en su cuerpo. Esta vez decidí preguntarle:
-Oye, Yuuki, no es por ser entrometida pero, ¿te ha pasado algo extraño últimamente?
-¿A qué te refieres?
-No sé, cualquier cosa fuera de lo normal…
-Pues, aunque te lo contase no me creerías.
-Seguro que si te cuento mi vida, tampoco me creerás.
-¿Cómo? ¿Quién eres tú?
-Pues, aunque no te lo creas, soy una shaman. Aunque también fui la reina del Oráculo.
-¿En serio? ¿Tú pertenecías a uno de los reinos más poderosos que existen?
-Jeje, pues sí.
-¿Sabes, Sharon? Me caes bien. Seguro que tú puedes ayudarme a solucionar mi problema.
-Es posible.
De pronto, el reloj del parque marcaba las diez y media de la noche. Yuuki se quedó pálida.
-¿Ay, ya son las diez y media? Lo siento mucho, pero tengo que volver a mi casa.
-No te preocupes. ¿Qué te parece si te acompaño a tu casa?
-Oh, muchas gracias.
Entonces, decidí acompañar a Yuuki a su casa. Me fijé que era un apartamento que se encontraba cerca del parque. No era relativamente grande.
-¿Quieres quedarte a cenar, Sharon?
-Oh, no quisiera molestar, en serio.
-No te preocupes, de paso podríamos hablar el problema con mi novio.
-¿Tu novio?
-Sí, ahora lo conocerás. ¡Len, ya he vuelto!
Entonces cerré la puerta al entrar. Olía a arroz con curry.
Me fijé en el chico que estaba poniendo los platos en la mesa. Tenía el pelo de color morado terminado en punta y los ojos amarillos con semblante asesino. Yuuki le ayudó a cocinar el curry. Yo esperé en el salón. Lo cierto es que aunque desde fuera parecía un apartamento pequeño, por dentro era bastante amplio. Tenía un salón muy bien recogido, una cocina y luego había otro piso. No sé por qué, pero tenía el presentimiento de que había algo o alguien en ese piso o había estado hace poco. Mi instinto de detective me empujaba a subir, pero yo sabía que sería de muy mala educación registrar el cuarto de los demás, y menos de una persona a la que acababa de conocer. Así que decidí dejar el problema por el momento. Oía a Yuuki llamarme para comer.
-Sharon, la cena está lista.

-Ya voy.
Eché una última mirada a las escaleras y luego me fui a la cocina.
Al entrar, sentía un delicioso y aromático aroma a curry.
Del hambre que tenía, no noté que una misteriosa fuerza maligna se ceñía sobre la casa…
Mientras comía gustosamente el arroz con curry que había hecho Len y Yuuki, empezamos a hablar.
-¿Entonces tú eres Len Tao, el descendiente de la familia Tao?
-Pues sí. ¿Cómo lo has sabido?
-Oh, tengo una amiga que, por lo visto estuvo trabajando en tu familia.
-¿Cómo se llama?
-Miyako Sakamoto. Fuimos compañeras desde la guardería al instituto, pero no he sabido mucho de ella después de haberme mudado.
-Oh.
-Bueno, Yuuki, ¿puedes contarme lo que te sucedió detalle a detalle?
Justo cuando Yuuki iba a empezar su historia, Len la detuvo.
-Espera un momento…
- ¿Qué pasa, Len?
-¿Por qué tienes que contarle tu problema a ella?
-¿A qué te refieres?
-La acabas de conocer, no puedes saber si tiene buenas o malas intenciones.
-No seas así, Len. Sharon es una persona de confianza.
Mientras ellos discutían, yo ponía cara de no estar escuchando nada.
-Bueno, haz lo que quieras.
Entonces Yuuki empezó a contarme su historia. La carta, su encuentro con Kaname, el cadáver de su gato… Cuando acabó, yo puse cara de detective.
-Entiendo. 
-Lo paso muy mal por las noches y no puedo dormir.
-Yuuki…
Len ponía cara de preocupado. Lo cierto es que era un caso difícil.
-¿Qué crees que debo hacer, Sharon?
-Pues, para empezar, tienes que estar segura. Lo más lógico sería mudarse, pero ahora estamos en verano y todos los hoteles están llenos.
-¿Mudarse?
-Sí. ¿No dijiste que habías recibido una carta de Kaname?
-Así es.
-Entonces eso quiere decir que Kaname sabe dónde vives. Podría venir y atacarte en cualquier momento. 
-Tienes razón. ¿Qué puedo hacer entonces?
-Lo mejor será que me quede contigo, para protegerte.
Pero Len no compartía la misma opinión.
-Tonterías. A mi lado ya está segura, no hace falta que estés tú.
-¿Pero qué insinúas? Ese demonio tiene muchas más fuerza que tú, eso seguro.
-¿Te estás burlando de mí?
-Cálmate Len, no seas grosero.
-Decidido, mañana me vengo aquí.
-¡Muchas gracias, Sharon! ¡Eres la mejor!
-Oh, no es para tanto, de verdad…
Así que, tras haber conocido a una nueva amiga, me sentía la más afortunada del mundo.

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